A lo largo de la historia de la humanidad los
enfrentamientos entre culturas han sido episodios demasiado frecuentes. A día
de hoy, muchos países siguen sufriendo los destrozos de la guerra y parece que
no hemos sido capaces de aprender a convivir unos con otros con respeto. Sin embargo, también se han vivido
episodios de paz y convivencia, y durante la ocupación musulmana tres culturas
se fusionaron y coexistieron varios siglos formando una sociedad harto
compleja, que vamos a desmembrar
en este artículo.
El islam sólo
reconoce una clase social, la umma o
comunidad de creyentes. En la umma, teóricamente, todos los creyentes son
iguales y tienen las mismas obligaciones y derechos, si bien los juristas islámicos hacen
una distinción entre libres y esclavos. La esclavitud fue una práctica abundante
y duradera, que se ha prolongado hasta nuestros días.
En las zonas conquistadas por los musulmanes, donde existía
una población con un libro revelado (cristianos y judíos) que se sometían
mediante un pacto, éstos no formaban parte de la umma. Aunque quedaban
protegidos, pertenecían a una sociedad jurídicamente inexistente, pero podían
conservar sus jueces y ritos. Por un lado estaban los
hispanovisigodos, ya mezclados con los hispanorromanos, los judíos, los árabes
y bereberes, los conversos y, por último, las minorías de esclavos y
marginados.
Recibieron el
nombre de “mozárabes” los
hispanorromanos e hispanovisigodos cristianos que vivieron bajo la dominación
árabe. Éstos pudieron sus
riquezas, sus instituciones, su nobleza y su Iglesia. También mantuvieron
vigentes sus ritos y sus edificios de culto, aunque no pudieron construir otros
nuevos, ni arreglarlos, lo que implicó un progresivo deterioro de las iglesias.
Los mozárabes eran un porcentaje elevado de la población,
tanto en el campo como en la ciudad, sobre todo durante la época omeya. Luego
la población fue disminuyendo, fueron perseguidos y expulsados. Los mozárabes
debían pagar tributo a un conde cristiano, el cual pagaba sus impuestos a la
jerarquía musulmana. En el campo los mozárabes eran dueños de minifundios de
subsistencia, en condiciones similares a la de los pequeños propietarios
musulmanes. En las ciudades eran artesanos, burgueses o pertenecían a la
nobleza o al clero. En las ciudades no viven, necesariamente, en guetos ni en
barrios apartados.
Por otro lado, los judíos fueron una minoría muy influyente
en al-Ándalus, aunque se ignora su
número. Su papel social era notablemente destacado y solían ser ricos y cultos.
Vivieron fundamentalmente en las ciudades, los agricultores judíos debieron ser
muy pocos. En las ciudades fueron artesanos y burgueses, y tuvieron las mismas
condiciones sociales que los mozárabes. Sin embargo, la discriminación contra
ellos debió ser mayor, a pesar de que su grado de islamización fue más
profundo. Usaban cotidianamente el árabe para hablar; el hebreo sólo lo
empleaban en la liturgia y a diferencia de los mozárabes vivieron en barrios
apartados, las juderías.
Los muladíes fueron la mayoría de la población andalusí.
Eran los conversos cristianos al islam y sus descendientes. Algunos de ellos
fueron nobles visigodos que consiguieron medrar en la sociedad andalusí; como
los Banú Qasi de Zaragoza.En su mayoría fueron campesinos que fueron sometidos a la servidumbre a pesar de ser
parte de la umma. Pertenecieron a
todas las clases sociales y a todos los oficios, y vivieron tanto en el campo
como en la ciudad.
A pesar de haber sido una sociedad estamental como la
cristiana, durante siglos la tolerancia fue considerablemente mayor que tras la
reconquista. Este aspecto es muy importante para todo aquel que considere la
invasión como una catástrofe nacional, pues a parte del enriquecimiento
cultural que nos aportaron y dejando a un lado las injusticias y guerras que se
sucedieron (como en todas las culturas de manera recurrente), formaron una
sociedad considerablemente respetuosa para la época que vivieron.
Aunque en Al-ándalus cohabitaron diferentes religiones durante mucho tiempo, surgieron muchos conflictos y actualmente también resulta complicado respetar al diferente. ¿Es por miedo?
ResponderEliminarMuy interesante el debate que creas con tu artículo y la defensa que haces a la cultura. Muchos olvidan todo lo bueno que nos aportaron y es importante que dejemos de estudiar una historia distorsionada por los prejuicios.
El artículo está muy bien estructurado pero podrías haber incluido algo más información sobre la jerarquía interna de la "umma".