sábado, 7 de junio de 2014

La herencia del regadío andalusí



En la literatura andalusí existen numerosas apariciones y menciones del agua relacionada con lluvia, surtidores, ríos, acequias, norias, albercas, etc., y es que los musulmanes desarrollaron una grandiosa tecnología en campos como la hidráulica, sistemas de captación, canalización y almacenamiento, además de ingenios y mecanismos, algunos vigentes aún en la actualidad.

El desarrollo tecnológico y científico de los musulmanes hispanoárabes les permitió adoptar y adaptar diversos medios y recursos técnicos para la prospección, captación, elevación, almacenamiento, distribución y uso de aguas. Esto supuso un desarrollo del regadío esencial para la agricultura hasta el punto de que fue el motor de una importante revolución agrícola en el siglo XI.

Sirviéndose de los sistemas de riego romanos que se conservaban y utilizando las , técnicas orientales que conocían, los andalusíes pudieron lograr un excepcional aprovechamiento del agua,  y en la actualidad el contenido etimológico para designar obras hidráulicas o de riego son, en su mayoría, de origen árabe.

Los dos sistemas de regadío tradicionales todavía vigentes a día de hoy también provienen de la época musulmana, además de las canalizaciones del agua o acequias, por las que corría el agua de los ríos o de los manantiales, sirviéndose de los desniveles del suelo. En la utilización de las aguas fluviales emplearon los azudes o presas, y los alquezares o cortes.

A partir del siglo X se extendió por toda la geografía de al-Andalus el uso de norias accionadas por energía hidráulica "naura" destinadas a la elevación de agua, el manejo de molinos para la industria textil y la fabricación del papel.

Para captar aguas subterráneas se utilizaron pozos y, quizá lo más conocido y relevante de las canalizaciones de agua en el mundo árabe, el famoso qanä que consiste, básicamente, en unas galerías subterránea perforadas aplicando técnicas orientales, por las que se conduce el agua desde un pozo madre que la capta desde las capas freáticas y que está provista de unos respiraderos o pozos de ventilación cada cierta distancia. Es una técnica conocida desde muy antiguo en al-Andalus, introducida por los Omeyas, y abundante en muchas zonas de Mallorca, Madrid y Alicante, donde los arquitectos o expertos se servían de los zahoríes para detectar la localización de las aguas subterráneas.

Para la distribución del agua de regadío se desarrollaron complejas y extensas redes de acequias que se subdividían sucesivamente en conducciones menores siguiendo una estructura arborescente alcanzando grandes extensiones de regadío intensivo.
La clave para aumentar la superficie era el aprovechamiento óptimo de los recursos existentes, y en esta línea, en las zonas donde los recursos eran más escasos, las aguas de los baños eran reutilizadas después para el riego. Tal es el caso de los baños de Alhama de Murcia, que ya a mediados del siglo XIII servían para regar las tierras de la alquería,  práctica que se ha mantenido hasta el siglo XX.

La importancia social y económica del agua exigió, lógicamente, una normativa o regulación jurídica, la prevención o solución de conflictos relacionados con ese preciado y escaso bien, eran de suma importancia para los andalusíes. Las cuestiones de riego,  reparto y distribución de las aguas formaba parte de lo que en el derecho  se denominaba furü al-fiqh.


El Tribunal de las Aguas de Valencia se remonta a la época Califal de al-Ándalus  y desde su instauración siempre se rigió por el principio de que el agua es un bien común e inseparable de la tierra, máxima que los musulmanes hispanoárabes trataron de transmitir a la posteridad a través de rigurosos métodos para conservar un bien tan preciado.

1 comentario:

  1. Un tema crucial en la cultura árabe es el Agua. Para los andalusíes este elemento encerraba muchos misterios y supieron beneficiarse y aprender de él.
    Está muy bien que hayas escrito un artículo sobre los sistemas de regadío, ya que son uno de los pocos legados que ha llegado prácticamente intacto hasta la actualidad. Las técnicas que se desarrollaron para la contención del agua y la irrigación de los campos son las mismas que a día de hoy se emplean en muchas zonas de España.
    Hay un pequeño error gramatical en el tercer párrafo (sobra una coma). De resto, muy buen artículo.

    ResponderEliminar